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8 noviembre , 2025

Según el BCH, la deuda externa de Honduras crece us$992.4 millones frente al primer trimestre de 2025

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Tegucigalpa. La deuda externa de Honduras alcanzó los 10,013.4 millones de dólares en el primer semestre de 2025, según el Banco Central de Honduras (BCH), un monto que refleja tanto esfuerzos por reducir el endeudamiento como presiones fiscales persistentes. Este dato, que marca una disminución de us$192.7 millones respecto a diciembre de 2024, contrasta con un incremento de us$992.4 millones frente al primer trimestre de 2025, evidenciando una dinámica compleja en la gestión financiera del país.
En un contexto de tasas de interés globales en aumento y necesidades internas de inversión, el manejo de la deuda externa se mantiene como un desafío clave para la administración de Xiomara Castro, mientras discrepancias en las cifras oficiales generan interrogantes sobre la transparencia gubernamental.

Evolución de la deuda externa: Un panorama mixto

El informe del BCH detalla que la reducción de 192.7 millones de dólares en el primer semestre de 2025 respecto al cierre de 2024 se debe principalmente a amortizaciones netas de 293 millones de dólares. De estos, 263.6 millones corresponden al gobierno general y 15.7 millones a sociedades no financieras.
Esta disminución sugiere un esfuerzo por parte del gobierno para aliviar la carga de la deuda, posiblemente mediante pagos anticipados o renegociaciones de préstamos. Sin embargo, el aumento de 992.4 millones en comparación con el primer trimestre de 2025, cuando la Secretaría de Finanzas (Sefin) reportó una deuda de 9,021 millones, indica que Honduras sigue recurriendo al financiamiento externo para cubrir necesidades presupuestarias.
Para contextualizar, en diciembre de 2021, antes de que la administración de Xiomara Castro asumiera el poder, la deuda externa se situaba en 8,291 millones de dólares, según Sefin. Esto implica un incremento acumulado de us$1,722.4 millones en tres años y medio, equivalente a un crecimiento promedio anual de aproximadamente 5.5%. Este aumento refleja la dependencia estructural de Honduras en préstamos externos, una tendencia común en economías emergentes que enfrentan déficits fiscales y necesidades de inversión en infraestructura, educación y salud.

Comparación histórica: Crecimiento sostenido del endeudamiento

Para entender la trayectoria de la deuda externa, es útil compararla con años anteriores:

  • 2018: La deuda externa de Honduras era de aproximadamente 6,800 millones de dólares, según datos históricos del BCH. Esto representa un aumento de más de 3,200 millones en siete años hasta 2025, un crecimiento del 47% en términos nominales.
  • 2020: En el contexto de la pandemia, la deuda externa alcanzó los 7,900 millones de dólares, impulsada por préstamos multilaterales de emergencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial para mitigar los efectos económicos del COVID-19.
  • 2021: Al cierre del año, la deuda externa era de 8,291 millones, un nivel que ya generaba preocupación por la capacidad de pago del país, dado su Producto Interno Bruto (PIB) de aproximadamente 31,000 millones de dólares en ese momento.
  • 2023: Según datos del BCH, la deuda externa superó los 9,500 millones de dólares, reflejando un incremento constante durante los primeros años de la administración Castro.

El ratio deuda externa/PIB es un indicador crítico para evaluar la sostenibilidad financiera. En 2021, con un PIB estimado de 31,000 millones, la deuda externa representaba cerca del 26.7% del PIB. Para 2025, asumiendo un PIB nominal de aproximadamente 34,000 millones de dólares (considerando un crecimiento económico moderado), la deuda externa de 10,013.4 millones equivale a un 29.5% del PIB, un nivel que, aunque manejable según estándares internacionales, requiere vigilancia ante el encarecimiento del financiamiento global.

Contexto económico global: Presiones externas

El manejo de la deuda externa de Honduras no puede analizarse sin considerar el entorno económico global. Desde 2022, las tasas de interés globales han aumentado debido a las políticas monetarias restrictivas de bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, elevando el costo del endeudamiento para países como Honduras.
Además, la depreciación del lempira frente al dólar (que en 2025 ronda los 25 lempiras por dólar) encarece el servicio de la deuda, ya que la mayoría de los préstamos externos están denominados en moneda extranjera.Honduras depende en gran medida de organismos multilaterales como el FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, cuyos préstamos suelen ofrecer tasas preferenciales, pero también imponen condiciones de ajuste fiscal. Por ejemplo, el FMI ha instado a Honduras a mejorar la recaudación tributaria y reducir el déficit fiscal, que en 2024 se estimó en un 3.5% del PIB.
El aumento de la deuda externa en el segundo trimestre de 2025 podría reflejar la necesidad de financiar proyectos de infraestructura o programas sociales emblemáticos de la administración Castro, como la reconstrucción de carreteras o subsidios energéticos.

Discrepancias políticas: Un desafío de credibilidad

Un aspecto destacado del informe es la discrepancia entre las cifras oficiales y las declaraciones de algunos funcionarios. Según Sefin, al inicio de la administración Castro en 2022, la deuda pública total (externa e interna) era de us$15,679 millones de dólares.
Sin embargo, varios funcionarios han afirmado que el endeudamiento heredado alcanzaba los us$20,000 millones, una diferencia de us$4,321 millones que no está respaldada por los registros oficiales. Esta inconsistencia plantea dudas sobre la transparencia en la comunicación gubernamental, un factor crítico en un país donde la confianza en las instituciones públicas es frágil.
La narrativa oficial sobre el endeudamiento heredado podría tener motivaciones políticas, buscando destacar los desafíos enfrentados por la administración actual. Sin embargo, estas discrepancias pueden erosionar la credibilidad del gobierno, especialmente ante inversionistas y organismos internacionales que valoran la precisión y consistencia en los datos fiscales.

Implicaciones y desafíos futuros

La gestión de la deuda externa de Honduras en 2025 refleja un equilibrio delicado entre la necesidad de financiar el desarrollo y la obligación de mantener la sostenibilidad fiscal. La reducción de 192.7 millones en el primer semestre es un paso positivo, pero el aumento de 992.4 millones respecto al primer trimestre sugiere que las presiones fiscales persisten.
Estas podrían estar vinculadas a compromisos sociales de la administración Castro, como el fortalecimiento de programas de asistencia, o a la necesidad de responder a crisis climáticas, dado que Honduras es altamente vulnerable a desastres naturales.A largo plazo, Honduras enfrenta varios desafíos clave:

  1. Diversificación económica: La dependencia de remesas (que representan cerca del 25% del PIB) y exportaciones agrícolas limita la capacidad de generar ingresos internos para reducir la deuda.
  2. Reforma fiscal: Mejorar la recaudación tributaria y reducir la evasión son esenciales para disminuir la necesidad de endeudamiento externo.
  3. Gestión de riesgos externos: La volatilidad del dólar y las tasas de interés globales requieren una estrategia proactiva de refinanciamiento y negociación de préstamos.
Por Linda Gutiérrez

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