La economía hondureña se mueve en una cuerda floja justo a dos meses de las elecciones generales del 30 de noviembre. Aunque algunos indicadores muestran signos de recuperación —como el impulso en la construcción o el alza de las remesas— persisten desequilibrios estructurales: inflación, presión sobre la inversión extranjera y volatilidad cambiaria pueden influir decisivamente en el ánimo de los votantes y en las exigencias del próximo gobierno.
1. Inflación se modera con apoyo estatal
La tasa de inflación interanual a septiembre de 2025 alcanzó el 4.55 %, ligeramente por encima del 4.49 % del mismo periodo en 2024. Sin embargo, el Banco Central informa que, sin los subsidios aplicados a combustibles y energía, la inflación habría sido del 5.17 %, lo que implica que las políticas del Estado amortiguaron el alza de precios en cerca de 0.62 puntos porcentuales. La inflación mensual en septiembre fue del 0.41 %, con aportes notables del transporte y los servicios de vivienda.
Interpretación electoral: Este manejo de precios le da al gobierno una palanca política para argumentar que protege el poder adquisitivo. No obstante, si el nuevo Ejecutivo rival busca mayores ajustes fiscales, la tolerancia ciudadana a los precios será un terreno delicado.
2. Boom sorprendente en la construcción: +11.1 % trimestral
En el segundo trimestre de 2025, la superficie total construida creció 11.1 % respecto al trimestre anterior, liderado por vivienda privada (89 % de las nuevas unidades). El 78.1 % de las obras se concentran en zonas urbanas como Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choloma y La Ceiba. Este dinamismo ha sido impulsado por remesas, demanda represada y actividad de inversión privada, según informó soydatos.hn
Interpretación electoral: Este auge se convierte en una carta de discurso para los partidos aspirantes. Podrían prometer expandir la infraestructura residencial como motor de empleo, especialmente en municipios clave donde el voto puede ser más disputado.
3. Remesas: motor económico y “efecto Trump”
En los primeros siete meses de 2025, Honduras recibió USD 6,914.7 millones en remesas, un alza del 25,2 % interanual. Al ritmo actual, se espera que al cierre de 2025 las remesas superen los USD 10,259.7 millones.
Un estudio señala que deportaciones recientes en EE. UU. han impulsado anticipos y envío adicional de recursos por parte de migrantes temerosos, informó Bloomberg.





Interpretación electoral: Las remesas no solo sostienen consumo familiar sino también inversiones de bienes raíces y construcción. A medida que las decisiones migratorias de EE. UU. cambien, parte de ese flujo podría desacelerarse, un riesgo que hará eco en zonas rurales y de alta emigración, generando vulnerabilidad social y política.
4. Inversión Extranjera Directa (IED): crecimiento limitado
Durante el primer trimestre de 2025, la IED en Honduras fue de USD 453.1 millones, un alza interanual de 5,7 %. Pero gran parte provino de reinversión de utilidades, más que de empresas nuevas o proyectos disruptivos. El crecimiento en la IED no se ha traducido en un salto simultáneo en la producción en manufactura o agricultura.
Interpretación electoral: Las promesas de atraer inversión extranjera podrían chocar con la realidad estructural: Honduras sigue siendo vista como de riesgo, con problemas de institucionalidad, corrupción y costos logísticos. Los candidatos que propongan reformas profundas en ese sentido podrían tener ventaja en discurso técnico, pero su implementación será más retadora.
5. Déficit comercial se reduce por impulso cafetalero
El déficit comercial de Honduras cayó un 19.5 %, gracias al aumento en exportaciones de café.
Durante el ciclo 2024–2025, las exportaciones de café generaron ingresos récord por más de USD 2,147.28 millones por el envío de 6.1 millones de sacos.
Interpretación electoral: El café vuelve a colocarse como letra importante en el portafolio exportador. Partidos con discursos rurales pueden capitalizar estos logros para reforzar la promesa de fortalecer la agroexportación, siempre que los precios internacionales permanezcan favorables.
6. Tipo de cambio en comportamiento volátil
El dólar rompió la barrera de 26 lempiras, provocando alarma en sectores dependientes de importaciones.
Durante enero a septiembre, se adjudicaron USD 13,846 millones a demandantes de divisas, lo que sugiere una alta presión en la demanda cambiaria.





Interpretación electoral: La depreciación del lempira erosiona el poder adquisitivo y aumenta el costo de importaciones de insumos. Quienes propongan políticas de estabilización cambiaria (reserva internacional, control de déficit, etc.) podrán ganar credibilidad, pero deberán demostrar solvencia técnica ante votantes escépticos.
7. Banca privada reporta caída en utilidades
Las utilidades de la banca privada cayeron L 375.3 millones, es decir un descenso del 5.26 %, por contracción del crédito interno. El alza en tasas de interés activas ha encarecido el crédito y frenado la demanda.
Interpretación electoral: Este dato revela que la política monetaria —justificada para contener inflación— tiene costos reales en inversión, acceso a préstamos y dinamismo empresarial. Durante la campaña, los candidatos podrían diseñar “paquetes de alivio financiero” (subsidios, tasas preferenciales) que apunten a recuperar ese espacio perdido.
8. Acuerdo técnico con el FMI activa nuevos desembolsos
El FMI llegó a un acuerdo técnico con Honduras que desbloquearía cerca de USD 155 millones en apoyo financiero. Este desembolso forma parte de las revisiones del Servicio Ampliado de Crédito (ECF) y otras facilidades vigentes con el país.
Interpretación electoral: Ese respaldo internacional fortalece la narrativa oficial de estabilidad macroeconómica. En campaña, los partidos podrán disputar la “interpretación” del pacto: unos argumentarán continuidad y disciplina, otros, espacio para nuevos programas sociales o fiscales con mayor énfasis en equidad.
9. Ajustes tarifarios y subsidios energéticos en la mira
Para el cuarto trimestre de 2025, se planteó una disminución del 4.55 % en la tarifa eléctrica, como parte de ajustes dirigidos por la Comisión Reguladora de Energía (CREE). No obstante, el gobierno presupuestó que el subsidio a energía y combustibles para 2026 ascenderá a L 6,822.6 millones.





Interpretación electoral: El manejo del subsidio energético es un termómetro político: recortarlo es técnicamente responsable pero políticamente riesgoso. Los aspirantes deberán decidir si comprometen mantener subsidios o anuncian reformas tarifarias graduales, corriendo el riesgo de desbalance entre promesas y sostenibilidad fiscal.
10. Riesgo sobrevolante: impuesto a remesas en EE. UU.
En la Cámara de Representantes de EE. UU. se aprobó un proyecto de ley que plantea gravar las remesas con un impuesto de 3.5 % a 5 %, lo cual encendería alertas en Honduras.
De aprobarse, esta medida podría reducir el volumen de remesas y afectar el tipo de cambio y consumo en países como Honduras.
Interpretación electoral: Este riesgo externo, aunque no controlable desde casa, podría usarse como argumento por distintos candidatos para subrayar su visión pro‑migrante o su habilidad diplomática. En zonas con alta emigración, el simple temor a una caída de remesas puede movilizar el voto.
Panorama de riesgo y oportunidad
La economía hondureña exhibe signos mixtos justo en el umbral de una elección decisiva: hay dinamismo en construcción y remesas, pero presiones latentes en inflación, rendimiento bancario e inversión neta. Los candidatos que logren articular un proyecto creíble que combine sistema social con disciplina macroeconómica tendrán ventaja frente a quienes solo apelen al populismo o a la austeridad rígida. En última instancia, el próximo gobierno heredará tanto los logros como las fragilidades del presente —y deberá navegar en aguas turbulentas en su primer año de mandato.







