El Cohep alerta sobre pérdidas en puestos de trabajo, retirada de capital extranjero y elecciones clave para revertir el escenario.
“La incertidumbre electoral nos frenó”, advierte Consejo Hondureño de la Empresa Privada. Mientras el país enfrenta 2,3 millones de personas sin un empleo o subempleadas, la pausa en inversiones nacionales y extranjeras amenaza el crecimiento económico. El futuro de Honduras depende ahora de que cada voto cuente y no otro decida por nosotros.
Inversión detenida y economía estancada
Según Santiago Herrera, gerente de política económica del Cohep, “la situación de incertidumbre… ha generado una pausa en materia de inversiones, tanto nacionales como extranjeras, y ha causado que la economía no camine más rápido”. Esta advertencia conecta con el reciente crecimiento del país: el Banco Central de Honduras (BCH) reportó un crecimiento del 3,8 % entre enero y abril de 2025, impulsado por consumo, servicios digitales y exportaciones.
Sin embargo, la contracción industrial —la manufactura maquiladora cae 0,1 % en ese mismo periodo— evidencia que no todas las ramas avanzan al mismo ritmo.
Herrera insiste: “la economía mundial se ha ido desacelerando” y ese contexto externo intensifica el impacto de la inestabilidad local.
Empleo en crisis y familias en vilo
“El empleo genera ingreso en las familias, protección social cuando es decente y digno”, afirma Herrera al referirse al mercado laboral hondureño. La realidad es alarmante: más de 1,6 millones de personas en condición de subempleo, y una tasa de desempleo estimada oficialmente en 5,2 % —205 973 personas— aunque algunas estimaciones la elevan a 7,2 %.
Las mujeres y jóvenes son los más afectados: los jóvenes entre 15 y 24 años concentran buena parte de los “ni ni” (ni estudian ni trabajan), que suman 937 588 personas.
Herrera hace un desglose adicional: “Hemos perdido casi 220 mil puestos de trabajo por las invasiones de tierra, 40 mil por la derogación de la Ley de Empleo por Hora y 60 mil en las maquilas en 18 meses”.
Riesgos externos con impacto interno
Herrera advierte dos elementos críticos al margen:





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Deportaciones: “unos 30 mil hondureños han sido deportados” este año, lo que añade incertidumbre al emplearlos al retorno.
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Fin del TPS (Estatus de Protección Temporal): “la cancelación del TPS… afectaría a más de 50 mil hondureños que residen en EEUU”.
El impacto al retorno y la absorción de esta mano de obra agrava un mercado laboral ya saturado. -
Puntos clave:
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Más de 50 000 hondureños podrían verse afectados por la pérdida del TPS.
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El retorno de deportados genera presión sobre el empleo formal e informal.
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Subempleo e informalidad siguen dominando el mercado con salarios y protección bajos.


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Elecciones y el mensaje empresarial
El Cohep une la falta de inversión y el desempleo con el proceso electoral: “el voto es importante, que nadie decida por uno… que las elecciones desinflan la incertidumbre, generan paz y tranquilidad, y que la transición permita el crecimiento económico inclusivo”, dijo Herrera. Esta vinculación no es casual. De hecho, la encuesta “Barómetro Electoral 2025” del Cohep mostró que el 84,51 % de empresarios tienen poca o ninguna confianza en el proceso electoral.
En ese contexto, el sector empresarial exige un debate serio y transparente, mayor participación de la empresa privada en la formulación de políticas y garantías de estabilidad institucional.
La conclusión tácita: sin transparencia, sin confianza, la inversión no regresa, el empleo no mejora y las oportunidades siguen cerradas.
¿Qué se juega Honduras?
La advertencia de Herrera resuena con cifras oficiales: la economía crece, pero el empleo no logra seguir el ritmo. La inversión llega, pero se frena ante la incertidumbre. Las familias esperan ingresos estables, no promesas vacías. Mientras tanto, el mundo observa si Honduras se consolida como destino de inversión o retrocede hacia la estancación.
Si las elecciones logran disipar la incertidumbre y abrir el camino al diálogo, el país tiene chance de revertir la pausa. Si no, la economía seguirá caminando, pero no más rápido, como ya lo señaló Herrera. En definitiva: la tranquilidad política y la certidumbre para negocios no son sólo promesas, son condiciones para que cada familia pueda aspirar a algo mejor.







