Por primera vez, productores hondureños de tomate de Orica, Francisco Morazán, participan en Fruit Attraction, la feria hortofrutícola más importante del mundo. Representados por Asoprot, buscan posicionar el tomate nacional en mercados europeos y atraer inversión para industrializar su producto. El esfuerzo es propio, ante el bajo respaldo estatal.
Honduras se abre paso en la mayor feria hortofrutícola del mundo
La Asociación Productora de Tomate (Asoprot), con sede en Orica, Francisco Morazán, representa a Honduras en la Fruit Attraction, una feria internacional clave del sector de frutas y hortalizas celebrada en Madrid, España. Esta participación marca un hito para el país, al insertarse en una plataforma global con más de 90,000 asistentes y 1,800 expositores de todos los continentes.
Fruit Attraction es el punto de encuentro más relevante para empresas, productores, exportadores, distribuidores y compradores del rubro hortofrutícola. Fundada en 2009, es organizada por IFEMA y FEPEX y se ha consolidado como un motor de internacionalización agrícola. La edición 2025 se presenta como una vitrina crucial para que Honduras promueva su producción local ante actores globales.
Asoprot, con el tomate como bandera
La delegación hondureña está conformada por miembros de Asoprot, una organización que agrupa a productores de tomate del interior del país. Su objetivo en Madrid es establecer vínculos comerciales, mostrar la calidad del tomate oriqueño y explorar posibilidades de exportación hacia Europa, además de reforzar relaciones con mercados ya explorados como México, Chile y Estados Unidos.
Según Marco García, secretario de Asoprot, la organización cuenta con la capacidad de procesar hasta 200 toneladas de tomate por día. Esta capacidad no solo posiciona al producto como exportable, sino que también refuerza su potencial para establecer una planta procesadora que permita diversificar la oferta: desde tomate fresco hasta pasta y salsas.
De Agromercados a Europa
El camino de Asoprot hacia Fruit Attraction comenzó en casa. En la reciente feria Agromercados Honduras, celebrada en San Pedro Sula, la organización logró destacarse entre decenas de propuestas gracias a su disciplina, innovación y visión de crecimiento. Fue a partir de este evento local que se abrieron las puertas hacia la feria en Madrid.
Sin grandes apoyos institucionales, pero con una estrategia enfocada, los productores rurales decidieron dar el salto internacional. Su presencia en España no es solo una vitrina, sino una oportunidad para concretar alianzas, identificar tendencias tecnológicas y ampliar su perspectiva sobre los estándares del mercado europeo.
Oportunidades entre gigantes
La magnitud del evento no pasa desapercibida para los productores. “Nos sentíamos como sardinitas en un mar inmenso, pero cuando Dios tiene un propósito, él nos abre puertas”, expresó Marco García desde Madrid. El entusiasmo es genuino: por primera vez, Honduras tiene presencia oficial entre pabellones de Europa, Asia, América y África.
García subrayó que “se han hecho grandes conexiones” y que el viaje “ya está dando frutos”. En un entorno donde predominan gigantes del agroindustrial global, Asoprot apuesta a mostrar no solo su producto, sino también el compromiso y resiliencia de los agricultores hondureños.
Un salto industrial y comercial
Uno de los proyectos más ambiciosos que Asoprot quiere concretar tras su participación en Fruit Attraction es la construcción de una planta procesadora de tomate. Esto les permitiría no solo escalar en volumen, sino también generar mayor valor agregado para el mercado internacional, y ampliar las fuentes de ingreso para las más de 400 familias involucradas.
La feria también ofrece acceso a innovaciones tecnológicas que pueden aplicarse a la cadena de valor del tomate hondureño: desde semillas resistentes hasta empaques inteligentes y soluciones de trazabilidad. La industrialización de este cultivo es vista como el paso clave para dar sostenibilidad y permanencia al proyecto.
Una apuesta con rostro campesino
El rostro de esta apuesta internacional es profundamente rural. Son familias que trabajan bajo el sol en las siembras de Orica, que han resistido el abandono estatal y que, con sus propios medios, están intentando colocar su producto en los escaparates más exigentes del mundo. El mensaje es claro: no buscan caridad, buscan comercio justo.
Mientras los productores se codean con empresas multinacionales en Madrid, en Honduras muchos siguen esperando políticas públicas consistentes que respalden el agro. Pero Asoprot no espera más. Ha salido al mundo por sí sola. Y si logra conquistar al comprador europeo, será una señal de que el campo hondureño tiene aún mucho que dar.
