Tegucigalpa. El precio de la tortilla en Honduras ha mostrado fluctuaciones notables en los últimos años, influenciado por el costo del maíz, las políticas de los productores de harinas y las condiciones económicas. A continuación, se presenta un análisis basado en datos disponibles hasta 2024, con proyecciones y tendencias observadas en 2025, manteniendo un enfoque crítico hacia la narrativa oficial.
Evolución histórica del precio de la tortilla
Entre 2021 y 2022, el precio del saco de 50 libras de harina de maíz aumentó de 369 lempiras (15.06 USD) a 497 lempiras (20.28 USD), un 35% según la Asociación para la Defensa de la Canasta Básica de Honduras (Adecabah), presionando el costo de la tortilla de tres unidades por dos lempiras (66 centavos por unidad) a un rango de 1 a 1.50 lempiras por unidad.
En 2023, el secretario Fredis Cerrato congeló el precio en tres por dos lempiras, estimando un costo de producción de 0.5 centavos por unidad. Para 2025, pese a alzas en el maíz, la industria tortillera prometió mantener esta tarifa, vendiendo a revendedores a 50 centavos por unidad, aunque la presión inflacionaria y los costos logísticos sugieren una estabilidad frágil.
Influencia del maíz en la cadena de suministro
La producción nacional de maíz alcanzó 12.5 millones de quintales en 2020, pero huracanes como Eta e Iota redujeron rendimientos, forzando importaciones de 12.3 millones de quintales (46.8% de la demanda interna de 26.3 millones). En 2024-2025, un acuerdo tripartito SAG-agroindustria fijó 550 lempiras por quintal (un alza de 5-19 lempiras desde 520), con 1.275 millones de quintales comprometidos. Sin embargo, el flete subió de 380 a 500 lempiras por quintal, y la sequía regional (similar a la de México) podría reducir la cosecha a 13 millones de quintales, aumentando la dependencia de importaciones y los costos, lo que contradice las promesas de autosuficiencia.
Rol de los productores de harinas y desafíos estructurales
La industria harinera, liderada por DEMAHSA (Maseca) y otras molineras, propuso en 2022 subir el saco de 50 libras de 32 a 35 lempiras (9.4% más), justificándolo con costos logísticos. En 2023, se congelaron precios, pero la concentración del mercado (Maseca domina con márgenes altos) permite trasladar costos al consumidor. En 2025, la estabilidad anunciada podría reflejar un acuerdo tácito, pero la especulación y la falta de regulación efectiva sugieren que las harineras priorizan ganancias, mientras pequeños productores luchan por sobrevivir ante el encarecimiento de insumos.
Perspectivas y tensiones económicas para 2025
El precio de la tortilla podría enfrentar presiones en la segunda mitad de 2025 si el maíz sigue subiendo, como en México (proyectado a 20 pesos por kilo). La narrativa gubernamental de control de precios choca con la realidad de importaciones crecientes y márgenes harineros inflados. La propuesta de abrir el mercado interno, con tortilla a 200-300 lempiras por libra para exportadores, no resuelve la accesibilidad local. Sin subsidios o mayor competencia, la tortilla podría superar los 2 lempiras por unidad, afectando a los hogares de menores ingresos. Este análisis cuestiona la sostenibilidad de las promesas oficiales, destacando la necesidad de políticas que equilibren los intereses de productores, harineras y consumidores
